La miro
Desde una distancia
De pie…
Erguida como un obelisco
En un campo abierto
A pesar de la soledad
Es audaz…
Atrevida
Sostiene su mentón hacia el viento
Viento que sopla a través
De su largo cabello,
Rubio como el sol a mediodía,
Cuyos filamentos caen al suelo,
Como plumas caídas
De las alas de una paloma,
Cubriendo sus pies
Escondiéndolos,
Hasta el final de verano.
Se refugia bajo nubes
Mientras el cielo se transforma
Al atardecer
Y a pesar de la penumbra
Que cierne sobre ella
Espera con fortaleza
La alborada
Y aunque nunca vuelve
El dueño de sus pensamientos
Reverdece
Y mira con fijeza
Hacia el horizonte,
Siempre hacia el horizonte
© José V. Guerra Awe
No comments:
Post a Comment